El tanatólogo tapatío Federico Rebolledo Mota dedicó su vida a promover una muerte digna. Ayudó a familiares y amigos a partir sin dolor e incluso planificó su propio final a los 75 años, pese a la oposición de su esposa y algunos familiares.
El destino, sin embargo, le jugó una mala pasada: fue diagnosticado con un cáncer agresivo. Ante ello, su yerno, Rodolfo Santamaría Troncoso , decidió documentar todo el proceso, dando vida al emotivo documental “Último viaje” , actualmente en la Cineteca Nacional .
Federico siempre defendió la muerte como un proceso natural, cuestionando los cuidados artificiales que prolongan la vida por egoísmo. “Quieres que tu pariente no se muera, pero a la vez que no sufra”, solía decir.
En la pantalla, lo vemos enfrentar las quimioterapias con estoic