Viajar en avión es para muchos una de las mejores experiencias; sin embargo, para otros, tener su primer vuelo puede resultar un proceso tormentoso, de ansiedad y estrés.
Para muchas personas, subir a un avión por primera vez despierta ciertos temores relacionados con lo desconocido y la idea de estar en el aire, a millones de metros de altura, genera una sensación de vulnerabilidad, especialmente porque, a diferencia de otros medios de transporte, no hay forma de salir o detenerse si algo no sale como se espera. Esta falta de control puede intensificar la sensación de inseguridad y hacer que el miedo sea más fuerte.
Pero más allá del susto propio que se pueda generar por estar en el aire, hay aspectos que resultan clave alrededor de los requisitos y preparativos, que no son menos imp