Ignacio Russo, hijo de Miguel, decidió jugar con Tigre en el enfrentamiento ante Newell's, pocas horas después de despedir a su padre, y convirtió un gol que festejó de forma emotiva, en el partido que jugaron en Rosario y que terminó 1 a 1 por la duodécima fecha del Torneo Clausura de la Liga Profesional.
Ya en el minuto de silencio inicial, en memoria del histórico entrenador argentino, Ignacio no pudo contener las lágrimas: se arrodilló en el césped, con la mirada al cielo, mientras sus compañeros y los propios jugadores de Newell's lo rodeaban para acompañarlo.
Y a los 21 minutos Russo marcó el primer gol. No hubo festejo eufórico, solo un abrazo interminable con sus compañeros y un llanto incontenible que recorrió todo el estadio. En medio de la emoción, Ignacio se levantó la camise