La fue acusada hace cinco años de "tirana, dictadora y caprichosa". Jeannot Waringo, un alto funcionario jubilado, redactó que estuvo a punto de precipitar la abdicación del Gran Duque. Realmente, detrás estaba la sombra implacable de su suegra ya fallecida, Josefina Carlota, que nunca superó el matrimonio de su hijo con “la pequeña criolla”, como ella la llamaba, una mujer de origen cubano y plebeyo. Nada pudo impedir que, en 2000, Enrique y María Teresa se convirtieran en Grandes Duques tras la abdicación de Juan, esposo de Josefina Carlota.
"María Teresa hace lo que quiere, sostiene firmemente las riendas en la mano, determina los negocios y el ritmo en la corte y trata a sus empleados como siervos”, relató el columnista Pol Schock después de leer el informe. Y añadía: "Enrique di