La producción de combustibles a partir del maíz y de la caña de azúcar busca subirse al tren de Vaca Muerta y ganar protagonismo en el mercado nacional de gasoil y naftas. Con ese objetivo, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Liga de Provincias Bioenergéticas —que integran Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Salta, Santa Fe y Tucumán— impulsan una nueva Ley de Biocombustibles que ya tiene estado parlamentario.

La iniciativa, respaldada por sectores públicos y privados, pretende ampliar los espacios de producción y darle mayor previsibilidad a la industria del bioetanol y el biodiésel, dos rubros que buscan dejar de ser actores secundarios en el mapa energético del país.

El planteo de la UIA, formalizado en una nota al jefe de Gabinete Guillermo Fran

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