Giuseppe Verdi fue el artífice de la unificación italiana, por entonces dividida en distintos reinos, –los Borbones en el sur, los Habsburgo en el norte, los Saboya en Cerdeña, el papa en el centro– cuando escribió la ópera Nabucco y su colosal éxito prendió sobre la Scala de Milán.
Aquella fue la chispa adecuada. En los palcos de la aristocracia austriaca de la Scala no comprendieron el alcance del libreto y la revolución fue in crescendo .
La obra se convirtió en un símbolo del Risorgimento por el coro "Va pensiero" , que representaba el anhelo de libertad del pueblo italiano. El himno de la unificación.
En la Italia que se fundó a través del bel canto , la que venera la belleza, la que permite cualquier desliz ético pero no uno estético, sobresale la Clásica de las hojas