
Las comidas más humildes y de supervivencia de la postguerra , ahora se han convertido en una delicia gourmet . La realidad en temas de cocina es que volvemos atrás en el tiempo en busca de esas recetas tradicionales que han acabado siendo un buen básico de toda cocina. En los tiempos en los que cada ingrediente contaba y no se tenía nada o casi nada, aunque nunca faltó un plato en la mesa, lleno de una comida que recuperamos.
Es hora de apostar claramente por unos ingredientes simples que acaban de darnos un extra de buenas sensaciones que pueden acabar siendo lo que nos acompañará en estos días que tenemos por delante. Un cambio de tendencia que puede acabar siendo lo que nos acompañará en estos días que tenemos por delante. Volvemos a buscar ingredientes simples que son capaces de crear platos realmente sorprendentes. Es hora de hacernos con una de las comidas más humildades y de supervivencia de posguerra que hoy en día es un auténtico manjar que se cocina una y otra vez en todas las casas.
Las comidas de supervivencia de la postguerra vuelven
El precio de cada uno de los ingredientes que compramos en el supermercado ha aumentado, por lo que necesitamos descubrir lo mejor de un tipo de receta que nos haga aprovechar alimentos y dinero. Será el momento de apostar claramente por un cambio de tendencia que puede ser esencial.
Este tipo de recetas de postguerra tenían en común una base de ingredientes muy baratos. En esos tiempos en los que necesitamos obtener más por menos, en los que llenar el plato se convertía en una prioridad, este tipo de recetas pueden acabar siendo lo que nos hará recuperar platos realmente sorprendentes con mucho menos de lo que parece.
No todas las zonas de España sufrieron esta restricción de alimentos que afectó a una producción que se vio reducida. Un país destruido por una guerra que hacía debajo el territorio dividido. Por lo que, habrá llegado el momento de apostar claramente por un cambio a la hora de cocinar.
Te vamos a descubrir un tipo de receta de esas que se prepara rápidamente y que tiene sólo 3 ingredientes. Lo imposible acaba siendo posible con una situación del todo inesperada, un giro radical que puede ser clave en estos días.
Toma nota de cómo preparar una delicia gourmet
Tal y como se presenta este producto en productos de Asturias, estos tortos tienen una base que debemos conocer: « El maíz llegó de América a Asturias en las bodegas de los barcos portugueses y españoles entrado ya el siglo dieciséis y comenzó a cultivarse pocos años después de manera generalizada incorporándose a la alimentación de los vecinos de los pueblos a lo largo del siglo XVII. El torto podría ser considerado como una adaptación más o menos ortodoxa de los panuchos mexicanos, base de masa de maíz que, en aquellas tierras, se acompaña generalmente con una carne de pollo o de res y diferentes condimentos. En Asturias, los guisanderos, la escasez de recursos y la cocina de aprovechamiento obligaron a ampliar la variedad de ingredientes que acompañarían a los tortos incorporándose éstos de manera decisiva a la alimentación de nuestros campesinos. En la segunda mitad del siglo dieciocho, coincidiendo con las ventajas que aportó al bienestar de la sociedad el desarrollo de la revolución industrial, muchas tradiciones fueron quedando en desuso. La industria alimentaria comenzó a desarrollarse muy poco a poco aprovechando lo bueno de las tradiciones e incorporando la producción masiva, proceso que alcanzó su apogeo a mediados del siglo veinte.Hoy la recuperación de las tradiciones gastronómicas, la vuelta a los orígenes de la cocina de las guisanderas, incorpora de nuevo el maíz asturiano en planos de máxima actualidad. Pocas son las sidrerías y restaurantes que proponen gastronomía tradicional asturiana que, hoy en día, no presumen de esta delicia asturiana; al igual que pocos eran los que hace treinta años, presentaban los tortos asturianos en sus cartas de platos».
Los expertos de ElAmasadero nos dan con la receta más auténtica que puedas descubrir de la mano de este tipo de recetas que son una auténtica delicia gourmet de tiempos de postguerra.
Ingredientes:
- 250 g harina de maíz ecológico
- 200 ml agua caliente
- 5-10 g sal
Elaboración:
- Poner la harina en un bol e ir añadiendo el agua caliente con la sal disuelta poco a poco, amasando con la mano hasta formar una masa compacta que no se desmígue (quizá no se necesite todo el agua). La masa no necesita levar pero dependiendo del tiempo que tengamos, podemos dejarla reposar tapada con un paño húmedo.
- amasar la harina de maíz con el agua
- Pasaremos a formarlos justo cuando los vayamos a freír porque deben comerse recién hechos. Para ello, haremos bolitas del tamaño de una albóndiga y las aplastaremos con la mano dentro de un plástico o papel de hornear para que no se nos peguen.
- No deben quedar muy finos ni perfectamente redondeados.
- Seguidamente los vamos friendo en aceite de oliva hasta que se doren por ambos lados y los bordes se vean crujientes.
- freír los tortos hasta que los bordes queden crujientes
- Sacamos unos segundos a un papel absorbente y servimos recién hechos con el acompañamiento elegido.