En México, el juicio de amparo ha sido históricamente el escudo ciudadano frente a los abusos del poder. Nació como una conquista para poner límites al poder público y recordar a los gobernantes que sus decisiones siempre están sujetas al control constitucional. Sin embargo, hoy enfrentamos un intento de retroceso que, de concretarse, dejaría a millones de mexicanos sin defensa efectiva ante actos arbitrarios.

Lo que se presenta como una modernización del sistema judicial, en realidad, esconde una intención preocupante: reducir el acceso al amparo, encarecerlo y complicar la posibilidad de suspender los efectos de una ley o de un acto de autoridad mientras se resuelve el juicio. En otras palabras, se pretende quitarle a la ciudadanía el único escudo real con el que cuenta para detener la

See Full Page