* Transitar hacia una movilidad eléctrica requerirá más de mil millones de pesos y un cambio de modelo económico, advierten expertos
Ciudad de México. — Ocho de cada diez mexicanos viven en entornos urbanos donde la calidad del transporte público determina el acceso a oportunidades, la salud y el aire que se respira. En esas mismas ciudades, la contaminación vehicular es hoy una de las mayores fuentes de desigualdad social y ambiental.
Durante la mesa “Descarbonización del transporte rumbo al 2050”, organizada por la Iniciativa Climática de México (ICM) en el marco de México por el Clima: Semana de Acción, especialistas coincidieron en que la electrificación del transporte público no puede postergarse más: se trata, dijeron, de una política de justicia social tanto como de sostenibilida