En los últimos años, Baleares ha sufrido episodios meteorológicos extremos marcados por lluvias torrenciales y fuertes tormentas. Estos fenómenos, asociados a las DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos), han provocado inundaciones, destrozos en infraestructuras y serios trastornos en la vida cotidiana. La pregunta que muchos se hacen hoy es si estos eventos podrían volverse más habituales e intensos a lo largo del siglo XXI.
La ciencia apunta a que sí. Diversos estudios coinciden en que el calentamiento del mar Mediterráneo está desempeñando un papel clave en la intensificación de las DANAs.
En los últimos años se han registrado anomalías de hasta dos grados y medio por encima de la media histórica en las aguas baleares, lo que se traduce en más energía disponible para alimen