El Gobierno celebró sobre el fin de semana el contundente respaldo de Estados Unidos para contener la corrida cambiaria que amenazaba con transformar en una pesadilla el tramo final de la campaña electoral, ya complicada por el escándalo de lavado de dinero que generó la baja de su principal candidato en provincia de Buenos Aires, José Luis Espert , y los contratiempos judiciales que acumula para intentar cambiar el orden de la boleta electoral y su reimpresión.

El análisis de la ayuda del “amigo americano” tuvo lecturas opuestas: desde el Gobierno se muestra como una señal de la confianza de la comunidad internacional en la solidez del ordenamiento fiscal y la estabilización económica de la gestión de Javier Milei, mientras que desde la oposición y economistas críticos se apunta

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