Se calcula que en España hay instalados casi ocho millones de contadores de gas natural, de los que cerca de seis deberán haber sido reemplazados en su totalidad por unidades inteligentes antes del 1 de enero de 2034. El cambio supondrá para las distribuidoras una inversión de 800 millones de euros.

Se estima que esta sustitución de contadores proporcionara beneficios que van, desde una reducción del consumo y de las emisiones de efecto invernadero, hasta una mejora del servicio para reducir reclamaciones, pasando por el establecimiento de sistemas de tarificación avanzados o una mayor detección y prevención del fraude, entre otros.

Adicionalmente, los nuevos contadores inteligentes facilitarán la penetración de gases renovables –inicialmente soportarán una mezcla del 10% de hidrógeno, q

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