Cada vez resulta más difícil encontrar algo que conmueva profundamente en redes sociales. Algo que haga vibrar el pecho. Algo con lo que aprender y que se quede grabado en la cabeza. Las palabras y las vivencias se disuelven a ritmo de scroll , ahora están, ahora no, y la vida virtual muchas veces tiene más peso que la real. Vivimos ya en un capítulo de Black Mirror.

Pero todavía hay personas que buscan un respiro. Y plataformas que tienen la intención -o al menos la tenía en su origen- de proporcionarlo. Con este propósito, en 2017 nació Substack , concebida para el envío de newsletters o boletines a través de correo electrónico. Cartas a través de e-mail en las que la escritura vuelve a tener cuerpo y tiempo, donde cada texto se recibe como una carta que llega a la bandej

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