Cuando Bruno Calcagno habla de su historia, lo hace sin grandilocuencias. Dice que creció en una familia de clase media de Las Heras , fue a escuelas públicas y sus padres “siempre trabajaron mucho”. En ese origen sencillo se gestó una pasión por las startups que lo llevaría a trabajar hoy, con sólo 26 años, en Silicon Valley .

Entre unos 2.000 emprendedores de todo el mundo, este joven mendocino fue uno de los 40 seleccionados en todo el planeta para participar de The Bridge , un programa internacional impulsado por Entrepreneurs First , una organización que apoya la creación de startups con potencial global.

Fue el único argentino en ingresar a la experiencia que combina convivencia, innovación y competencia, y que muchos definen como una especie de “Gran Herman

See Full Page