El 29 de septiembre, en el último baile de La Barra, hubo lágrimas de emoción sobre el escenario. Treinta y un años de una historia gloriosa dentro del cuarteto cordobés llegaban a su fin.
Pero Javier “la Pepa” Brizuela, el icónico cantante de ese combo y uno de los mejores vocalistas de todos los tiempos en la música popular cordobesa, ya dio vuelta la página.
Se lo ve enganchado, motivado como hacía tiempo no se lo notaba. Es que lejos de “colgar los guantes”, “la Pepa” quiere capitalizar ese fervor que quedó flotando en las noches de despedida y tomar envión para lo que viene.
Después de haber jugado a un cierto misterio eliminando todas sus publicaciones en redes sociales, el jueves pasado el cantante confirmó lo que muchos esperaban: ahora empieza una etapa solista en la que será e