Imaginemos un barco que, en lugar de descender por esclusas, se eleva por una montaña dentro de una cámara de agua. Eso es exactamente lo que ocurre en Goupitán , una presa del suroeste de China donde la diferencia de nivel entre el embalse y el río alcanza casi doscientos metros. Para salvar ese desnivel, los ingenieros diseñaron tres ascensores consecutivos capaces de transportar embarcaciones de quinientas toneladas. Es un sistema que combina la escala de una presa hidroeléctrica con la precisión de un reloj y que ha transformado de nuevo al río Wu en una vía navegable continua después de más de veinte años de interrupción.
Durante años, el río Wu fue una autopista natural para Guizhou. Desde sus montañas, las barcazas bajaban hacia el Yangtsé cargadas de minerales, cemento o f