A finales de los 70 y principios de los 80, Bill Gates no solo era conocido por su talento en la programación y por haber fundado una de las empresas de tecnología más pujantes, sino también por su afición por la velocidad y los superdeportivos. Especialmente los de Porsche .

El problema de conducir un superdeportivo, es que resulta relativamente sencillo superar los límites de velocidad. Gracias a esta facilidad para pisar el acelerador más de la cuenta, Gates atesora un extraño récord: tres multas de velocidad en un solo trayecto. De acuerdo a lo publicado por Luxury Launches , dos de ellas puestas por el mismo policía que le estaba siguiendo.

Liberar estrés a toda velocidad. Cuando Microsoft estaba aún en sus primeros pasos en Albuquerque, Nuevo México, Gates solía conducir s

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