Se nos avecina derrama en la escalera. Otra más. Las lluvias torrenciales se nos cuelan entre las tejas y las humedades en las paredes no sé si representan a espíritus que quieren saludarnos o tal vez es un campo de champiñones en ciernes. El chat de la comunidad de vecinos está que arde, tenemos unos cuantos arreglos urgentes además del tejado. El de la empresa de reformas ya me ha dicho que «no es por asustar, pero seran miles y miles de euros». Entre los vecinos hay una pareja que acaba de mudarse y no han podido hacer reforma, bastante tienen con asumir la hipoteca. Y un comerciante que va renqueando como puede con el negocio. Luegos estamos los que tenemos hijos adolescentes, que comen como si se fuese a acabar el mundo mañana. A la mayoría otra derrama nos hace saltar las lágrimas de

See Full Page