Desde la vereda de la 9 de Julio, el Obelisco parece el mismo de siempre: blanco, erguido, eterno. Pero algo cambió puertas adentro. Por primera vez en su historia, el monumento emblema de Buenos Aires abre su mirador al público de manera regular, invitando a descubrir la ciudad desde otra perspectiva, la que mira hacia abajo, desde los 67,5 metros de altura que lo convirtieron en símbolo.
Buenos Aires y la 9 de Julio desde más de 67 metros de altura
La experiencia, que comenzará el 1 de noviembre, promete mucho más que una postal. Todo empieza con un ascensor nuevo , diseñado especialmente para no alterar la estructura original.
Uno de sus lados es vidriado, una especie de túnel del tiempo vertical, y otro incorpora una pantalla que narra datos y curiosidades del Obelisco mien