El encuentro entre el Sporting de Gijón y el Racing de Santander , correspondiente a la novena jornada de LaLiga Hypermotion , no solo fue intenso sobre el césped, sino también fuera de él. Lo que prometía ser una tarde de fútbol vibrante en El Molinón terminó convirtiéndose en un escenario de polémica que ha dado la vuelta a toda España.

La imagen del disparo de Mario García entrando por la escuadra, justo después de que el árbitro Manuel Orellana Cid pitara el final del partido, se ha hecho viral y ha encendido el debate: ¿Se debía permitir el gol? ¿O el colegiado actuó conforme al reglamento?

El momento de la polémica

Corría el minuto 100 de partido (tras añadir 8 minutos en el segundo tiempo) cuando el Racing de Santander, que perdía 2-1, disponía de una falta lateral a su favor . El lanzador, Andrés Martín , centró el balón al área y el central del Sporting, Pablo Vázquez , despejó de cabeza.

Justo cuando el balón llegaba a la frontal, donde Mario García se disponía a rematar de primeras, el árbitro señaló el final del partido . Sin escuchar el pitido o haciendo caso omiso, el jugador racinguista empalmó una espectacular volea con la zurda que acabó en el fondo de la red . La celebración fue interrumpida por el silbato que ya había sonado segundos antes. El gol no subió al marcador , y el partido terminó con victoria para el Sporting por 2-1 .

Reacciones inmediatas: del éxtasis a la indignación

Mientras El Molinón rugía celebrando una victoria que ponía fin a cinco derrotas consecutivas , en el otro bando, los jugadores y cuerpo técnico del Racing explotaban de rabia. El propio técnico, José Alberto López , no dudó en mostrar su enfado al final del encuentro:

"No es normal pitar en plena acción ofensiva, con un balón en disputa en el borde del área. El partido no estaba cerrado ni controlado por la defensa. Hay que tener más sentido común en ese momento del juego."

La protesta más vehemente fue la del jugador Marco Sangalli , que se encaró con el árbitro al finalizar el partido y acabó expulsado con roja directa por protestar de forma reiterada y airada. La escena dejó una estampa caótica sobre el césped, con jugadores enfrentados al colegiado, técnicos conteniendo a sus futbolistas y una grada que oscilaba entre la euforia y la confusión.

¿Qué dice el reglamento?

Según el reglamento arbitral, el colegiado tiene la potestad de pitar el final del partido en cualquier momento , siempre que se haya cumplido el tiempo reglamentario y añadido. No existe una obligación formal de esperar a que termine una jugada, salvo en los lanzamientos de penalti.

Ahora bien, la costumbre y la interpretación arbitral habitual suelen dictar que no se interrumpa un ataque en curso o una jugada de peligro. Por ello, la decisión de Orellana Cid, aunque ajustada al reglamento, ha sido muy discutida por romper con el criterio general que se sigue en estas situaciones.

Indignación en el Racing

Desde el entorno del Racing de Santander no entienden cómo el colegiado no permitió que se completara una jugada tan clara de peligro. El sentimiento en el vestuario era de frustración y sensación de injusticia . El gol, aunque invalidado, deja una sensación amarga por la forma en la que pudo haber cambiado el resultado.

En redes sociales, numerosos aficionados y comentaristas deportivos se han hecho eco de la jugada. Incluso exárbitros y analistas han debatido en medios nacionales si Orellana actuó con criterio o precipitadamente. La mayoría coincide en que faltó sensibilidad arbitral , incluso si su decisión fue técnicamente correcta.

El gol de Mario García, ya histórico... aunque no valga

El tanto, que no subió al marcador , se ha convertido en uno de los clips más virales del fútbol español en la temporada. Su ejecución, el contexto dramático y el hecho de que fue anulado por el silbato final lo convierten en una de esas jugadas que pasarán a la historia del fútbol no por lo que fue, sino por lo que pudo ser .

El disparo desde fuera del área, con potencia y colocación, dejó sin respuesta al portero Rubén Yáñez , que parecía más pendiente del pitido final que de la trayectoria del balón. La estirada nunca llegó, y el esférico entró limpio por la escuadra. El gol era legal en ejecución, pero no en tiempo.

El debut de Borja Jiménez queda empañado por la polémica

Lo que debía ser un estreno ilusionante para Borja Jiménez como nuevo entrenador del Sporting se vio empañado por el escándalo. Aunque el técnico rojiblanco celebró la victoria, era consciente de que el desenlace del partido quedó marcado por el árbitro . No obstante, evitó hacer declaraciones al respecto y se centró en valorar el esfuerzo de su plantilla para cortar la mala racha.

Jiménez, que apenas tuvo unos días para preparar el choque, logró imprimir algo de orden defensivo y verticalidad ofensiva a un equipo que necesitaba oxígeno con urgencia. La victoria es balsámica, pero las dudas persistirán mientras las sensaciones no mejoren en el juego.

No se espera que el Racing de Santander presente ninguna reclamación oficial, ya que el gol fue posterior al pitido final y, por tanto, el reglamento ampara la decisión del árbitro. Sin embargo, el debate seguirá en los medios, redes sociales y tertulias deportivas .