Por: Mario Solano
Sorprendió el anuncio del Premio Nobel de la Paz en una persona que no hizo campaña, que no estaba interesada y menos aún pendiente de ganar dicho galardón. Es cuando vemos que los encargados de otorgar tan prestigioso reconocimiento encuentran una inspiración superior, una iluminación que los guía hacia individuos cuya voluntad de servicio y de mejorar el bienestar de sus compatriotas, se antepone radicalmente al anhelo de gloria personal. Este ideal encuentra la encarnación en la figura de María Corina Machado. Su nombre se conocio con fuerza en el marco de las últimas elecciones venezolanas, pero su lucha no es nueva, lleva décadas enfrentando a una dictadura que ha despojado a Venezuela de su libertad y su futuro. Su resistencia se ha forjado en el lugar más difícil: