Un joven estaba paseando tranquilamente con su novia por una playa cuando observó a un grupo de gaviotas arremolinadas alrededor de algo.
Para hacer una broma y echarse unas risas salió corriendo con la malvada intención de espantar a los pájaros, y a fe que lo logró porque salieron volando como alma que lleva el diablo.
Lo que no esperaba encontrar bajo la arena era a unas pequeñas tortugas que habían roto el cascarón de sus huevos y se preparaban para emprender su camino hacia el inmenso océano.
La sorpresa fue morrocotuda al comprobar como el grupo de quelonios luchaba por salir fuera del arenal ya sin la presencia de depredadores.
Toda la escena fue grabada con un móvil y el vídeo ha tenido una enorme difusión en redes sociales. Eso sí, no todos los usuarios están de acuerdo con la