La autora de esta columna analiza la reciente destitución en Perú de Dina Boluarte, y alerta sobre el peligro de sistemas con pocas exigencias como para sacar del cargo a un presidente y que generan aún más inestabilidad. Sostiene que «mientras no se fortalezcan los sistemas de control, la rendición de cuentas y la participación ciudadana efectiva, la democracia seguirá siendo un escenario de maniobras tácticas y cortoplacistas, en lugar de un instrumento que garantice derechos y bienestar a los ciudadanos»
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En muchos países, el sueño recurrente es dormir y despertar con la noticia de que el presidente ha sido destituido. Sin embargo, este sueño se convierte rápidamente en una pesadilla cuando la inestabilidad política se instala y el país se ve sumi