El que otrora fuera inspiración de poetas y cantores, quienes exaltaban sus virtudes y belleza, hoy se encuentra a merced de sus depredadores, expuesto al olvido y abandono por sus predilectos hijos; sí, me refiero como titula este artículo, al caño Manamo, al novio de Tucupita, el sultán de la tierra del agua, el que hoy agoniza por falta de cariño gubernamental.

Es sabido que nuestro Delta es un territorio formado por la acumulación de sedimentos, aquellos que el Orinoco viene arrastrando en su curso por milenios, antes de entregar su caudal al mar Caribe en la fachada atlántica; este fenómeno amenaza con convertir el brazo del río padre, en un enemigo peligroso para los habitantes de Tucupita.

La pérdida de profundidad por la acumulación de sedimentos, está provocando la muerte de esp

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