Europa celebra, como el manual de lo políticamente correcto indica , la firma del plan de paz para Gaza que el presidente estadounidense Donald Trump desplegó este lunes en Egipto.

Sin embargo, este anhelado alto al fuego a la lluvia de bombas sobre las cabezas de la gente gazatí no deja de ser una puntada en la boca del estómago de una Europa que “estuvo pintada” en las negociaciones y que hoy aplaude el logro trumpista, aunque se desconozca su verdadero alcance y duración.

“España da la bienvenida a la propuesta de paz para Gaza impulsada por Estados Unidos. Hay que poner punto final a tanto sufrimiento. Es la hora de que cese la violencia, se produzca la inmediata liberación de todos los rehenes y se dé acceso a la ayuda humanitaria para la población civil”, dijo el presidente esp

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