El interés de un hombre por los servicios y tarifas de una trabajadora sexual , a la que jamás llegó a contratar, ha terminado con el encargado del piso donde la anunciante ejercía la prostitución condenado a un año de cárcel como autor de un delito continuado de extorsión por amenazar al putero con sufrir daños si no efectuaba unos pagos que le reclamaba por haberle hecho perder el tiempo.
El acusado, que se enfrentaba inicialmente a cuatro años de prisión, se ha beneficiado de una reducción considerable de la pena tras reconocer ante el Tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia que aprovechó que su víctima había facilitado sus datos a través de una página web de citas para contactar con él y exigirle diversos pagos , por un importe total de 6.30