
La palabra , cuando habita el espacio adecuado, trasciende el tiempo . Y pocas voces como la de Gerardo Diego encarnan con tanta pureza esa alianza entre música, literatura y pensamiento que definió el pulso creativo del siglo XX. En el marco del ciclo ‘La palabra habitada’ , el Centro Cultural Doctor Madrazo de Santander acogerá este miércoles un tributo que, más que una evocación, se convierte en un encuentro vivo con el legado de uno de los poetas más universales nacidos en Cantabria .
Bajo la coordinación de Andrea Puente , directora de la Fundación Gerardo Diego , el acto reunirá a los lectores Patricia Cercas y Manuel Menárguez , responsables de dar voz a una selección de textos que revelan la pluralidad estética y el virtuosismo lírico de quien fue, además de poeta, traductor, crítico musical y docente .
El evento se inscribe en la sexta edición de un ciclo que, con rigor y sensibilidad, recorre la geografía literaria de Cantabria . A través de ocho sesiones dedicadas a autores nacidos o vinculados a la región —entre ellos Álvaro Pombo, Manolita Polo Martínez-Conde, Fernando Echevarría, César González Ruano, Ana María Matute o Cipriano Rivas Cherif —, ‘La palabra habitada’ teje un mapa emocional y crítico de la literatura española contemporánea . Cada cita combina una ponencia académica con la lectura dramatizada de textos a cargo de La Machina Teatro , creando una experiencia sensorial y reflexiva donde la voz se convierte en extensión del pensamiento literario .
Hablar de Gerardo Diego es hablar de modernidad y clasicismo , de innovación formal y fidelidad al ritmo . Nacido en Santander en 1896 y fallecido en Madrid en 1987 , su obra —cercana a los cuarenta libros de poesía — transita desde el ultraísmo hasta la poesía tradicional , demostrando una versatilidad única en las letras hispánicas. Fundador de la revista ‘Carmen’ y su suplemento ‘Lola’ , fue uno de los artífices del homenaje a Góngora de 1927 , acto fundacional de la Generación del 27 , y responsable de las antologías poéticas de 1932 y 1934 , esenciales para consolidar el canon de aquella luminosa constelación de autores.
Miembro de la Real Academia Española desde 1948 , Premio Cervantes en 1979 , compartido con Jorge Luis Borges , y músico de sensibilidad prodigiosa , Diego supo fundir palabra y armonía como pocos. Su producción crítica y su pasión por la música —que consideraba “la forma más pura de poesía”— son parte inseparable de su universo creativo .
En esta sesión, el ciclo propone una inmersión en su universo lírico , donde la luz de Cantabria , el mar de la infancia y el anhelo de eternidad se entrelazan en versos que, casi un siglo después, siguen latiendo con la misma intensidad.
Andrea Puente , quien lidera la Fundación Gerardo Diego desde 2019 , ha desarrollado una intensa labor de preservación y difusión del legado del poeta. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Cantabria , con formación en la Scuola del Libro di Urbino y en la Universidad Pompeu Fabra , Puente ha convertido la Fundación en un espacio de memoria viva , donde se conserva la biblioteca personal del autor : un tesoro documental compuesto por libros, partituras, revistas y manuscritos que permiten recorrer los movimientos literarios y artísticos del siglo XX en España, Europa y Latinoamérica.
Con entrada libre y un ambiente que promete intimidad, reflexión y belleza , la velada de mañana se anuncia como una cita imprescindible para los amantes de la literatura, la poesía y la cultura cántabra . Un homenaje a Gerardo Diego , sí, pero también a la palabra que habita , que respira y que sigue construyendo puentes entre generaciones .