Toda empresa, tiene un sistema de gestión. Lo que muchas no tienen es un sistema que piense en las personas que lo sostienen.
“Durante años vi organizaciones que invertían en tecnología, estructuras y capacitación técnica… pero seguían operando sobre los mismos bloqueos emocionales y de comunicación”
La gestión sin propósito se convierte en control. Y cuando los equipos solo trabajan para cumplir, la rentabilidad se vuelve frágil.
El Método Psico-Comercial nació de esa observación: profesionalizar la gestión (darle propósito) sin deshumanizarla, para que los procesos no solo sean eficientes, sino también coherentes con la energía, el clima y la cultura de quienes los ejecutan. El modelo parte de una verdad neurocientífica: el cerebro humano no responde solo a incentivos racionales. Por