Casi tres días después de una explosión enorme en una instalación de Tennessee especializada en la fabricación de explosivos militares, los investigadores siguen revisando el sitio donde 16 personas murieron en una “detonación gigante” tan significativa que produjo lecturas sísmicas a cientos de kilómetros de distancia, según expertos.

Investigadores de varias agencias, incluido el FBI, colaboran en la recuperación de restos para pruebas de ADN, un proceso que probablemente se extienda por varios días, según han informado las autoridades. No se ha encontrado a nadie con vida durante la búsqueda, según el sheriff del condado de Humphreys, Chris Davis. La causa de la explosión sigue bajo investigación, dijeron las autoridades.

Mientras tanto, los residentes lidian una “montón de emociones”

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