TAMPA — Al crecer en la zona rural de Túnez, la familia de Moez Limayem tenía una sola lámpara de aceite que compartían los fines de semana.
El padre de Limayem, maestro y director de escuela pública, se llevaba la lámpara durante la semana para ofrecer clases gratuitas de refuerzo a los alumnos de sexto grado, con el fin de ayudarlos a aprobar sus exámenes nacionales. Limayem contaba que le preguntaba constantemente a su padre por qué se llevaba la lámpara y dejaba a la familia con velas.
La respuesta siempre era la misma: porque los niños de la escuela la necesitaban más que ellos, relató Limayem ante más de 100 profesores y miembros de la comunidad de la Universidad del Sur de Florida (USF) el lunes en Tampa.
“Lo que mi padre me estaba enseñando fue la mejor lección de mi vida”, dijo