Tras el reciente canje de rehenes entre Israel y Hamas, varios prisioneros liberados denunciaron condiciones de detención que califican como “mataderos”, indicando que fueron torturados múltiples veces al día.
Entre los abusos reportados están: descargas eléctricas, disparos con balas recubiertas de goma que lesionaron partes íntimas y la espalda, amenazas dirigidas a sus hijos, hambre prolongada, privación de bebida y comida, vigilancia constante, así como tortura psicológica y física.
Algunos detenidos fueron liberados con heridas tan graves que requirieron hospitalización inmediata.
También se afirma que estos maltratos se intensificaban justo antes de la liberación, sugiriendo que los abusos pueden formar parte de una práctica sistemática.
Impacto real
Derechos humanos en juego: