El primer encuentro entre Pedro Sánchez y Donald Trump desde que el republicano propusiera “expulsar a España de la OTAN” ha sido de pocas palabras y ha estado marcado con saludo que ha terminado en un tirón de manos y un gesto de visible incomodidad.

Ha ocurrido este lunes en Egipto, en el marco de la firma del acuerdo de paz en Gaza, donde ambos mandatarios han coincidido por primera vez tras meses de desencuentros públicos. Trump, fiel a su estilo, ha convertido el apretón en una demostración de poder físico, tirando de Sánchez con fuerza hacia sí antes de soltarle la mano.

Para los expertos en comunicación no verbal, no es un simple gesto. El consultor español Emilio Gómez Rojo —autor de varios análisis sobre el lenguaje corporal en procesos de negociación— clasifica este tipo de sal

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