Una de las frases que resonaron con mayor fuerza durante la asamblea general que encumbró a Aitor Esteban como líder de la Ejecutiva nacional del PNV el pasado mes de marzo fue la que se escuchó en la presentación de la ponencia organizativa, la que avisaba de que el PNV no es “un partido de cuadros”, sino que su fuerza debe radicar en la militancia . La Ejecutiva nacional tomó nota de las propuestas, y se anotó los deberes pendientes: una reforma de los estatutos nacionales del partido para conseguir un funcionamiento más ágil y participativo, un propósito que llegaba también en un contexto general de desafección hacia la política y, en el caso del PNV, de participación discreta en su proceso interno. Y el Euzkadi Buru Batzar acaba de poner en marcha el proceso de reforma de sus est

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