LOS ÁNGELES -- 17 años. Y ya debe vivir la vida con la apacible calma de un huracán. Gilberto Mora, dicho estaba, un púber con prohibiciones de adolescente y obligaciones de adulto.

17 años. Hoy, apenas. Y ya debe vivir bajo las urgencias ajenas de la egoísta hambruna de gloria de la despiadada afición mexicana al futbol.

17 años. Hoy, apenas. Y, sin pedirlo, sin permitirlo, ya debe vivir bajo exigencias casi incestuosas de éxito, con una crueldad, y bajo una expectación irracional, que, mire Usted, nunca enfrentaron otros tipos que desafiaron al Moby Dick del futbol europeo.

1.- Ni a Hugo Sánchez se le encarceló en demenciales expectativas al reclutarlo el Atlético de Madrid.

2.- Ni en torno, ni en el entorno de Rafa Márquez, se generaron tan desmesuradas fantasías cuando emigró al

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