Poza Rica, Veracruz.- En una casa color verde turquesa de la calle José Martí, en la colonia Morelos, una joven de 20 años soñaba con convertirse en psicóloga. Diana Jael Cuervo Santos, estudiante del quinto semestre de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana (UV), quedó atrapada en su pensión estudiantil durante las inundaciones del viernes 10 de octubre. Encerrada bajo llave, el agua del desbordado río Cazones subió implacable, ahogándola en lo que debería haber sido su refugio. Su historia no es sólo una pérdida individual: es el rostro humano de una catástrofe que ha cobrado al menos 29 vidas en Veracruz y 64 a nivel nacional, dejando un rastro de destrucción, desaparecidos y reclamos por una respuesta gubernamental tardía.
Diana, originaria de