El primer satélite del sistema Formosat-8, desarrollado íntegramente por Taiwán, ha sido enviado a Estados Unidos para su lanzamiento programado en noviembre. Este acontecimiento representa un avance decisivo en la consolidación de la autonomía tecnológica del país en el ámbito aeroespacial.
Dotado de una capacidad de resolución que le permite identificar objetos de más de 70 centímetros desde una altitud de 561 kilómetros, el satélite está diseñado para cumplir funciones de observación terrestre, monitoreo ambiental, investigación científica y aplicaciones estratégicas en defensa.
El proyecto destaca por haber alcanzado un 84 % de componentes fabricados localmente, incluyendo sistemas de control, sensores, propulsión y gestión energética. Gracias a la implementación de tecnología de int