El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , ha elevado de forma drástica el tono contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez , al amenazar con imponer aranceles a los productos españoles como represalia por la negativa de España a incrementar su gasto en Defensa hasta el 5 % del PIB , tal y como se acordó en la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya el pasado mes de junio .

Durante una comparecencia conjunta con el presidente argentino, Javier Milei , en la Casa Blanca, Trump calificó la postura del Gobierno español de «muy irrespetuosa» y advirtió:

«De hecho, estaba pensando en imponer sanciones comerciales mediante aranceles, y es posible que lo haga».

Estas declaraciones constituyen el punto más alto de una escalada de tensiones entre Washington y Madrid que se ha intensificado en las últimas semanas, tras repetidas críticas del mandatario republicano al escaso compromiso de España con los objetivos de gasto militar de la Alianza Atlántica.

Una advertencia directa desde Washington

Trump justificó su malestar afirmando que España “se beneficia de la protección de la OTAN sin aportar lo suficiente” , una crítica que repite desde su primer mandato y que ahora ha ido más allá de las palabras.

«España va muy bien, por lo que no estoy contento. Es el único país que se negó a elevar el gasto al 5 %. Es muy injusto que disfruten de la protección de la Alianza cuando no quieren contribuir», afirmó el presidente estadounidense.

El republicano acusó a Sánchez de aprovecharse del paraguas defensivo del Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte , que obliga a los países miembros a responder colectivamente ante una agresión militar, sin cumplir plenamente con las responsabilidades del Artículo 3, que exige mantener capacidades militares adecuadas.

De la cumbre de Egipto al frente diplomático europeo

El nuevo choque se produce tan solo un día después del breve encuentro entre Trump y Sánchez durante la Cumbre de Paz para Gaza celebrada en Egipto , donde ambos mandatarios intercambiaron un saludo aparentemente cordial. Sin embargo, la armonía duró poco.

Trump, en presencia de una treintena de líderes mundiales, se dirigió al jefe del Ejecutivo español con un tono entre irónico y desafiante:

«¿Estáis trabajando sobre el tema del PIB? Nos acercaremos, pero estáis haciendo un fantástico trabajo».

Desde Moncloa, el equipo de Sánchez interpretó el comentario como una felicitación , aunque en realidad el republicano utilizó la frase para reiterar su malestar por la negativa española a asumir el nuevo objetivo de gasto militar.

«Washington no está contento con Madrid», subrayó el presidente estadounidense horas después, insistiendo en que España fue “el único rezagado” entre los 32 miembros de la Alianza que aceptaron el incremento del gasto.

Reacción desde el Gobierno español

Fuentes del Gobierno español consultadas por Europa Press aseguran que el Ejecutivo mantiene “máxima tranquilidad” y que España “es un miembro comprometido y de pleno derecho de la OTAN” . Según Moncloa, nuestro país “cumple con sus objetivos de capacidad tanto como Estados Unidos, a través de su participación en misiones internacionales y programas tecnológicos” .

Sin embargo, Washington no parece dispuesto a aceptar matices ni excepciones . El embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker , fue categórico:

«Todos los aliados, incluida España, tendrán que cumplir con su obligación del Artículo 3. Sin excepciones ni salvedades».

Una propuesta sin precedentes: expulsar a España de la OTAN

La advertencia más polémica llegó la pasada semana, cuando Trump sugirió por primera vez la posible expulsión de España de la Alianza Atlántica , un escenario sin precedentes en los 76 años de historia del bloque militar.

Durante un encuentro en Washington con el presidente de Finlandia, Alexander Stubb , el mandatario estadounidense afirmó:

«Tuvimos un rezagado. Fue España, España. Hay que llamarles y averiguar por qué se han quedado rezagados. Quizás haya que echarlos de la OTAN, francamente».

Aunque los tratados de la organización no contemplan un mecanismo formal de expulsión , las declaraciones de Trump han generado inquietud diplomática en Bruselas y entre los socios europeos , en un momento de creciente inestabilidad internacional y de redefinición de la estrategia de defensa del continente.