Cada 15 de octubre , el Día Mundial del Lavado de Manos pone de relieve la importancia de este hábito, que puede prevenir desde infecciones respiratorias hasta cuadros diarreicos, especialmente en la población infantil.
La acción de lavarse las manos con frecuencia, utilizando agua y jabón, limita la propagación de gérmenes que se acumulan al tocar personas, objetos o superficies a lo largo del día. De acuerdo con la Mayo Clinic , aunque resulta imposible mantener las manos completamente libres de microorganismos, la higiene regular reduce de manera significativa el riesgo de contagio.
El contacto de las manos con los ojos, la nariz o la boca facilita la entrada de estos agentes al organismo, mientras que el contacto con otras personas o superficies puede diseminarlos aún