Atrapada entre el auge de la inseguridad provocada por el “tolerado” accionar de los cárteles del narco y su manifiesta incapacidad para enfrentar los problemas derivados de las inusuales precipitaciones e inundaciones de los últimos días, el Gobierno de la 4T parece querer acelerar el proceso de regresión democrática con miras a imponer un régimen de corte dictatorial, a imagen de los de Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Desde el arranque de la gestión del cada vez más indefendible Andrés Manuel López Obrador, el Gobierno, liderado por su impuesta sucesora Claudia Sheinbaum, evidencia haber iniciado su andar hacia la implementación de reformas legales que posibiliten la consolidación de una administración cuyas decisiones sean intocables para la sociedad.

Con ello en mente y apenas reiniciar

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