“Lo más difícil es ganar después de ganar”, dicen los que saben. Pero en el caso de Gimnasia y Esgrima de Mendoza , la hazaña tuvo otra dimensión: ganar después de haber estado a punto de hacerlo y haber perdido .

Un año después de quedarse en las puertas del ascenso tras caer en la final del Reducido ante San Martín de San Juan, el Lobo mendocino transformó la frustración en impulso y esta vez alcanzó su objetivo en la primera instancia, consagrándose campeón de su zona en la Primera Nacional.

El análisis del ascenso de Gimnasia de Mendoza, por Cueste lo que cueste

El desenlace fue digno de un guion cinematográfico. En la final ante Deportivo Madryn, Gimnasia empató agónicamente en el último minuto y luego se impuso por penales, con una actuación heroica del arquero César Rigamo

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