Por Yordy Andrés Moreno Córdoba
El sol apenas se asomaba sobre las aguas del Atrato cuando Eugenio ajustó el motor y
Luisa acomodó los asientos de la embarcación. A esa hora, el río todavía guardaba
silencio, pero la jornada apenas comenzaba. Así inicia casi todos los días de esta pareja
que, contra las dificultades y con esfuerzo constante, levantó Champa Mía, una empresa
de transporte fluvial que hoy es sinónimo de servicio y esperanza en el Chocó.
En este Departamento , el río Atrato no es solo un paisaje: es la vía principal, el mercado y el lugar
donde transcurre la vida. Los pueblos a sus orillas dependen del agua para moverse,
trabajar y encontrarse. Por eso, contar con un medio de transporte confiable se vuelve una
necesidad tan vital como el alimento.
Ahí es donde surge