En los toros se rinde culto a las luces –el traje lo es de luces– y, sin embargo, en sus sombras habita todo un mundo, muchos seres anónimos que viajan en un saco llamado «cuadrilla», aunque sin ellos tampoco serían posibles las luces que enfocan permanentemente 'al maestro'. ¿Aparece alguien al lado del adiós de Morante? ¿has leído algún nombre en las mil crónicas? Pero siempre están allí. Basta que el maestro mueva los hombros para que uno le ajuste las hombreras, si levanta el cuello le miran la tensión del corbatín, por supuesto que le atan los machos y le revisan el lazo negro de las manoletinas... para, a renglón seguido, desaparecer e irse a vivir a las sombras del maestro del traje de luces. Desde las sombras vigilan todos los movimientos, acuden a todos los quites y salen corriend

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