Mientras el presidente ucraniano Volodimir Zelensky se prepara para reunirse con su homólogo estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, la posibilidad de que Washington suministre misiles de crucero Tomahawk a Kiev ha generado un intenso debate sobre el potencial impacto de estas armas en el conflicto que ya supera los tres años. Y crece la preocupación de Rusia , cuyo líder Vladimir Putin ha mostrado interés en dialogar con la Casa Blanca antes de que lo haga el mandatario ucraniano.

Matthew Savill , director de Ciencias Militares del Royal United Services Institute, advierte que aunque los misiles no serían un “arma milagrosa”, los rusos “tendrían sin duda algo de qué preocuparse” si estas armas llegaran realmente a manos ucranianas.

Un arma de alcance y precisión ex

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