En la cola del autobús del aeropuerto de Ibiza , tres chicas esperan su turno con la emoción del primer día de vacaciones. Acaban de aterrizar desde Santiago de Compostela en un vuelo directo de Ryanair y, a simple vista, se parecen a muchas otras jóvenes que cada fin de semana aterrizan en la isla buscando sol, música y el mar más turquesa del Mediterráneo .
En la mano, cada una sostiene el móvil ; en la espalda, una pequeña mochila de viaje , una de esas que se han convertido en símbolo de la nueva forma de viajar. Son mini mochilas compactas , diseñadas para cumplir las medidas exactas del equipaje gratuito de las aerolíneas low cost , y en ellas cabe todo lo necesario para tres días de aventura. No hay sitio para más.
Tampoco lo habrá para las compras locales , pa