El comandante general de la Policía Nacional del Perú, Óscar Arriola, ha confirmado que el suboficial de tercera Luis Magallanes es el responsable del disparo que causó la muerte de Eduardo Ruiz, un joven de 32 años, durante las protestas en el centro de Lima. Este trágico suceso ocurrió el 15 de octubre, alrededor de las 23:10 horas, en las inmediaciones de la avenida Abancay, donde se registraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden.

Arriola explicó que la identificación del suboficial se realizó gracias a la revisión de imágenes de cámaras de seguridad proporcionadas por la Municipalidad de Lima. "El autor de ese disparo es el suboficial de tercera Luis Magallanes, perteneciente a la Dirección de Investigación Criminal y no al Grupo Terna", aclaró el comandante en una conferencia de prensa.

El suboficial Magallanes se encuentra actualmente detenido y bajo investigación por la División de Homicidios. Arriola indicó que otro policía también está detenido por su posible participación en el incidente. "Otro de los policías que hemos podido ver en las imágenes se acerca y, en la confusión, efectúa disparos", detalló el comandante.

Durante la jornada de protestas, que reunió a miles de ciudadanos en diversas regiones, se reportaron enfrentamientos prolongados en Lima, donde los agentes resistieron más de siete horas de hostilidades. En este contexto, Ruiz recibió el disparo que le causó la muerte. Arriola mencionó que el suboficial Magallanes había sido agredido antes del incidente, lo que podría haber influido en su reacción.

El comandante general también expresó sus condolencias a la familia de Ruiz, pidiendo perdón en nombre de los 140,000 policías del país. "La policía reitera las condolencias a los familiares y amigos de Eduardo Mauricio Ruiz Sanz, que Dios lo tenga en su gloria", afirmó Arriola.

Además, se han tomado medidas administrativas, separando a los generales involucrados en el operativo del día de los hechos, con el fin de garantizar una investigación transparente y exhaustiva. Las investigaciones están siendo conducidas por un fiscal penal común, dado que se trata de hechos aislados del planeamiento policial. La situación ha generado un gran revuelo en la sociedad peruana, que espera respuestas claras y justas sobre este lamentable suceso.