Javier Milei, presidente de Argentina, está listo para realizar cambios significativos en su gabinete a partir del lunes 27, independientemente del resultado electoral. En una entrevista reciente, Milei confirmó que habrá modificaciones en su equipo de ministros, además de las salidas obligadas de aquellos que son candidatos en las elecciones.
El presidente insinuó que su asesor principal, Santiago Caputo, podría desempeñar un "rol central" en la nueva etapa de su gestión, que se considera un relanzamiento en medio de una crisis política. Sin embargo, Milei no reveló detalles sobre los nombres o los cambios específicos que se implementarán.
La atención se centra en cómo Milei rediseñará su gobierno, especialmente tras la presión de la administración de Donald Trump, que ha instado a construir acuerdos de gobernabilidad para las reformas que Milei planea implementar a partir del 10 de diciembre. La situación actual del gobierno es tensa, con un círculo político y empresarial que se pregunta qué tan drásticos serán los cambios en la estructura y funcionamiento del gabinete.
Un alto funcionario comentó: "No se sabe con quién hay que hablar en Casa Rosada", reflejando la confusión interna. La lucha de poder dentro del gobierno ha afectado su funcionamiento, y algunos observadores han comparado la situación con "pelear por las reposeras en la playa" mientras se aproxima un tsunami.
Santiago Caputo ha tomado un papel activo en la política, presionando para que el gobierno realice un cambio de dirección tras las elecciones. Se ha informado que Caputo intervino en el Congreso para que un proyecto de modificación del régimen de DNU fuera devuelto al Senado y ha mantenido negociaciones extraoficiales con la administración estadounidense.
Además, se reveló que Caputo se reunió con figuras clave de la política argentina y un lobista republicano en un intento por delinear posibles acuerdos de gobernabilidad. Sin embargo, su futuro en el gabinete podría depender de la aprobación de Karina Milei, quien ha demostrado tener un poder de veto significativo. Hasta ahora, su posición ha sido intocable, y no hay indicios de que eso cambie en el corto plazo. La incertidumbre sobre el futuro del gabinete de Milei continúa creciendo a medida que se acercan las elecciones y se intensifican las luchas internas.