Los misiles crucero de largo alcance Tomahawk que el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, planea solicitar a Donald Trump este viernes podrían tener un efecto más simbólico que práctico en el campo de batalla, según funcionarios europeos citados por The Washington Post .

Señalaron que el mandatario estadounidense ha considerado la posibilidad de proporcionar este armamento como una "estrategia de negociación" con el fin de ejercer presión al Kremlin para que "acepte un alto al fuego".

¿Tomahawks en duda? 

No obstante, los resultados de la reciente llamada telefónica que mantuvieron los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin, donde acordaron una nueva reunión en Hungría, ponen en duda que Washington cumpla con la petición de Kiev, reportó Reuters.

Así, luego de hablar con su homólogo ruso, Trump  indicó  que esos misiles también son necesarios para su país y que no puede acabar con el suministro propio. "También necesitamos Tomahawks para EE.UU. Tenemos muchos de ellos, pero los necesitamos. No podemos agotarlos para nuestro país. Así que, ya saben, son muy vitales. Son muy poderosos", manifestó.

Por su parte,  el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov afirmó que Putin le reiteró al presidente estadounidense que los Tomahawks no harán ninguna diferencia en el campo de batalla, pero sí  causarán un "daño significativo"  en las relaciones entre Washington y Moscú, así como en las perspectivas de paz.

El 6 de octubre, Trump  no descartó  la posibilidad de que Washington pueda suministrar misiles Tomahawk a Ucrania. Así, el mandatario declaró que "en cierto modo" ya había tomado una decisión al respecto, pero admitió que antes de dar un paso definitivo  le gustaría saber   "qué hacen con ellos" y "adónde los envían" .