Una de las claves del fiasco de la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell ha sido la firme oposición de los pequeños accionistas, que representan en torno al 40% del capital del banco catalán. El líder de esta resistencia organizada ha sido el abogado y expolítico Jordi Casas (Sabadell, 1954), hoy con cargos en la patronal catalana Fomento del Trabajo y en el Consejo Económico y Social (CES). Lo ha hecho con el sombrero de presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios de Banco de Sabadell, entidad impulsada por él mismo hace un año con el propósito de convencer a los pequeños accionistas del banco, como él, para que rechazaran el envite de BBVA.

¿Se esperaba este resultado tan claro?

Teníamos mucha confianza en que los minoritarios no acudirían a la OPA. La coincidencia entre accionista minoritario y cliente del banco ha sido determinante. Cuando vimos el resultado de los minoritarios que dio el Sabadell –porque el 80% de las acciones minoritas estaban depositadas en el banco–, que solo iba el 1% del capital, ya vimos que era imposible que BBVA alcanzara el 50%. Mi quiniela era entre el 25% y el 32%, y, bueno, hemos ganado.

Tampoco han acudido muchos inversores institucionales

Algunos analistas habían hecho la siguiente reflexión: No os penséis que los fondos irán masivamente a la OPA. Irán a lo que les sea más rentable. El Sabadell tiene una ventaja, y es que tiene un mercado muy sólido y un target comercial muy bien consolidado, con unos resultados brillantes estos dos últimos años. Y BBVA tiene una exposición en México y Turquía que le afecta mucho. Por lo tanto, algunos fondos podían ir a la OPA, pero no masivamente. Y este ha sido un hecho determinante. En el fondo, la Bolsa está reflejando la realidad. La subida del BBVA ayer [este jueves, tras conocerse el resultado] en Wall Street y hoy [este viernes] en Madrid indica que los inversores no querían esta OPA, incluso los que estaban dentro del propio banco, y están comprando más acciones. Todo el dinero que no ha acudido al canje se repercute ahora en acciones del BBVA. Y en el caso del Sabadell, todos los que durante el proceso esperaban una segunda OPA, con una buena oferta de dinero, ahora se están marchando. Pero todo esto es colateral.

Muchos piensan que la acción de Sabadell estaba “dopada” por la oferta de BBVA y que, si fracasaba la OPA, como así ha sido, empezaría a caer.

Baja por lo que le acabo de comentar. Lo que determina si la acción está dopada o no es el balance del banco a final de año. Y este año, en el primer semestre, han mejorado bastante los resultados y acabará el ejercicio con cifras récord. Y con una política de dividendos que, como todos los bancos, está siendo generosa para compensar los malos años de la crisis del 2008, a partir de la cual los bancos no repartieron prácticamente nada durante varios años. Su afirmación será verdad si el resultado de final de año no es bueno, que no será el caso. El Sabadell tiene un plan de negocio muy claro, que los mercados están valorando mucho desde hace tres años. Todos los planes de César González-Bueno [CEO del banco] se están superando con creces y la fiabilidad del banco en este momento es altísima.

¿Qué ha pesado más en el caso de los pequeños accionistas: el factor emocional o la oferta económica?

Ambos. De todos modos, para el accionista minoritario que hace años que es cliente del banco, o sea, que le viene de familia, la oferta económica tendría que haber sido espectacular. Porque nadie firma el cierre de la empresa familiar si la empresa va bien. Nadie. El factor emocional ha pesado mucho. No solo estamos hablando de acciones que han ido pasando de padres a hijos, de abuelos incluso, sino que estos accionistas tienen una vinculación con el banco porque son clientes a través de su empresa, de su comercio... Todo esto crea un vínculo muy intenso. Para que se entienda, ahora que los restaurantes están repletos de carteles con 'productos de kilómetro cero', que solo sirven un producto hecho al lado, pues Banco Sabadell es para muchos negocios un banco de kilómetro cero. Está a su lado desde hace muchos años. Esto se lo comenté hace 15 días a Carlos Torres, le dije muy educadamente que no había sabido medir bien la tipología del accionista minoritario. Y yo, personalmente, esta última semana fui consciente de que iban a darse un batacazo al comprobar que BBVA estaba llamando por teléfono a todos sus clientes en Sabadell preguntandoles si iban a vender. Denotaba nervios.

¿Está satisfecho quedándose en un banco independiente, pero más pequeño y con menos fondos fruto de la venta del británico TSB para hacer frente a la OPA con una lluvia de dividendos?

La campaña del BBVA ha vinculado mucho el tamaño a la rentabilidad y esto no es así. El banco más rentable de España es Banca March, que es el más pequeño, y el segundo, Bankinter. Ambos tienen singularidades. Bankinter tiene una estructura muy pequeña y es un banco que trabaja básicamente por internet, prácticamente no tiene empleados. Es un modelo de banca moderna que funciona muy bien porque los costes son muy bajos. Y Banca March desde siempre ha tenido una clientela muy bien seleccionada. Los dos son muy rentables y son pequeños Lo que determina la solvencia y la rentabilidad de un banco es el target comercial al que va dirigido. Y en este sentido, el Sabadell es muy fuerte, tiene un target muy dirigido a las pymes y a los autónomos.

Hay un dato relevante: el 80% de los datáfonos de los taxistas de Madrid son de Banco Sabadell. ¿Por qué? Porque se fían. A pesar de todo lo que ha pasado en Catalunya con el procés, España valora mucho la manufactura y la economía catalana. Cualquier tienda de confección de Madrid sabe que su proveedor catalán cumplirá, que es serio, que hace bien su trabajo. Tenemos mucho prestigio en lo económico, a pesar de la política. Sabadell está muy implantado en el territorio español porque ha ido comprando bancos –siempre amistosamente– en Galicia, en Asturias, en Guipúzcoa, en el País Valencià, y la reacción de las cámaras de comercio, de sindicatos y de patronales y de los gobiernos regionales siempre ha sido favorable. No querían la OPA porque ven en el Sabadell una manera de hacer economía. Banco Sabadell nació para hacer crecer a las empresas clientes, no para ganar dinero. Lo fundaron los fabricantes de la comarca para facilitar la financiación de las importaciones de lana procedentes de Argentina.

Jordi Casas en una imagen de archivo.

¿Cree que es una buena estrategia renunciar a la diversificación y focalizarse únicamente en España?

Sí. Por una razón: el Sabadell tiene mucho campo para correr todavía en España. Hay lugares donde está poco implantado o que podría estarlo mucho más, como en Andalucía, que es una comunidad muy importante y que hoy es la tercera exportadora de España. Antes de la OPA ya había comentado el presidente del banco [Josep Oliu] que en el momento oportuno se vendería el banco británico TSB para centrarse más en el mercado español.

¿A través de fusiones?

Vía fusiones o vía crecimiento orgánico. Las fusiones no se tienen que descartar nunca, porque lo que hoy no es posible quizás lo es en un par de años. Se irá viendo con el tiempo. Y que no descarte nadie que, una vez superada la OPA, entre capital nuevo en el Sabadell. Puede pasar perfectamente. Yo creo que es una de las posibilidades más reales que existe para consolidar un consejo de administración.

¿Qué tipo de capital?

Básicamente procedente de España o bien de algún fondo extranjero que puede ver aquí una buena oportunidad como inversión financiera, no para para controlar el banco.

Europa empuja para que haya concentraciones transfronterizas

Este tema hay que matizarlo. Esta es la obsesión de la Comisión Europea y es uno de los elementos fundamentales de los informes de Letta y de Draghi: hacen falta grandes bancos europeos para hacer frente a la banca norteamericana y china. Pero yo creo que será muy difícil a medio plazo ver fusiones entre un banco italiano y un banco francés, por ejemplo. Todos los países de la Unión recelan de su sistema financiero y las culturas bancarias son muy diferentes. Por otro lado, España tiene el doble de concentración bancaria que Italia o que Francia y cuatro veces más que Alemania. Eso es una disfunción. Si el Sabadell desapareciera, el exceso de concentración bancaria nos encarecería el crédito, que es una de las cuestiones por las cuales intervino el ministro de Economía. La otra gran cuestión fue por el impacto sobre el empleo. Con la fusión, como mínimo, entre 7.000 y 8.000 personas se hubieran quedado sin trabajo. Era lógica la intervención del Gobierno.

¿Ve en un horizonte próximo una fusión de Sabadell con Unicaja, con Abanca o con ambas?

Entiendo que con toda la presión de la OPA estos dos bancos no quisieran hablar del tema. Hay que ver como funciona cada uno de ellos por separado durante un tiempo pero yo no lo descartaría. Las operaciones corporativas son muy buenas; si analiza la operación que hizo Sabadell con Banco Herrero verá que ha sido un éxito, o la del Guipuzcoano. Yo no descartaría nada en este sentido y menos en el caso del Sabadell, que ha absorbido cinco bancos sin problemas y con acuerdo, es decir, de manera no hostil.