En un país de 12 millones de habitantes, la mitad no había visto una crisis como la actual. El Gobierno boliviano aceptó a tan solo unos días de las elecciones que, con la excepción de la pandemia de la covid-19, Bolivia ha vivido su primera recesión en 39 años al encadenar decrecimiento económico en los dos primeros trimestres del 2025.
Una caída del 2,4% del PIB que sintetiza lo que se ve en las calles, con productos básicos disparados con una inflación del 20% interanual y una crisis de combustibles inédita para un país rico en hidrocarburos. A lo largo del último año, han sido habituales las filas en las gasolineras esperando poder repostar y, aunque por momento el suministro se ha estabilizado, apenas una semana antes de la segunda vuelta de las presidenciales , el sistema ha