El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , recibió este viernes por tercera vez en la Casa Blanca a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski , en un encuentro que pretendía despejar una cuestión clave: el suministro de misiles Tomahawk a las fuerzas ucranianas. Sin embargo, el mandatario estadounidense evitó cualquier compromiso formal , mientras insistía en su convencimiento de que el presidente ruso, Vladímir Putin, «quiere poner fin a la guerra» .

«Putin no está preparado para la paz, hay que forzarle a negociar», respondió con firmeza Zelenski durante el 'almuerzo de trabajo' celebrado en el Salón del Gabinete.

Un encuentro cargado de tensión diplomática

Esta reunión —la tercera desde el regreso de Trump a la Casa Blanca— estuvo marcada por la llamada telefónica del día anterior entre Trump y Putin , en la que ambos mandatarios acordaron celebrar una cumbre en Budapest en un plazo de dos semanas para  « ver si podemos poner fin a esta infame guerra entre Rusia y Ucrania».

Zelenski llegó a Washington con una agenda clara: convencer a Trump de que autorice la entrega de los misiles Tomahawk , capaces de alcanzar objetivos a más de 2.500 kilómetros de distancia. Su plan, presentado en una carpeta técnica elaborada por el Ministerio de Defensa ucraniano , detalla cómo el uso de estos misiles podría «cambiar la dinámica del conflicto» y situar a Moscú dentro del alcance del Ejército ucraniano .

Sin embargo, el presidente estadounidense rehuye la escalada .

«Esperamos que la guerra termine sin necesidad de enviar los Tomahawk a Kiev», afirmó Trump. «Estados Unidos también los necesita. Hemos entregado muchas armas en los últimos años».

Zelenski intenta convencer con una oferta tecnológica

En un gesto inusual, Zelenski ofreció a Washington intercambiar drones ucranianos por misiles Tomahawk estadounidenses , subrayando la eficacia de la tecnología desarrollada por Kiev durante el conflicto.

«Fabrican muy buenos drones», reconoció Trump, que se mostró receptivo a estudiar “cooperaciones industriales” pero sin comprometerse al suministro de misiles de largo alcance.

Según una fuente citada por Reuters , la delegación ucraniana preparó una presentación audiovisual confidencial para explicar cómo emplearían los Tomahawk y cuáles serían los blancos estratégicos prioritarios.

La visita más planificada de Zelenski a Washington

El viaje del presidente ucraniano fue minuciosamente planificado . Zelenski llegó el jueves y se alojó en Blair House , la residencia oficial para invitados de Estado, frente a la Casa Blanca.

Durante la semana previa, la primera ministra Yuliia Svyrydenko y el jefe de gabinete Andrii Yermak sostuvieron encuentros con el secretario del Tesoro, Scott Bessent , y con ejecutivos de las principales empresas de defensa de EE. UU., incluidas Lockheed Martin y Raytheon , fabricantes del Tomahawk.

Además, el mandatario aprovechó su estancia en Washington para reunirse con compañías energéticas estadounidenses , interesadas en participar en la reconstrucción de la red eléctrica ucraniana tras los últimos bombardeos rusos.

«Están listas para ayudar a Ucrania», declaró Zelenski a los medios antes de su cita con Trump.

De Gaza a Ucrania: Trump busca una nueva victoria diplomática

El encuentro estuvo dominado por un tono de cordialidad estratégica , pese a las diferencias. Zelenski felicitó a Trump por el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás , negociado por Washington semanas antes, y sugirió que el modelo podría replicarse en el conflicto ucraniano.

«Teníamos que preparar el terreno adecuadamente. Creo que aquí también lo estamos haciendo. Será un gran honor», afirmó el ucraniano.

Trump, por su parte, aprovechó el momento para elogiar a la primera dama, Melania Trump , por su papel en la mediación humanitaria del canje de niños ucranianos deportados a Rusia .

«Ella siente un gran cariño por los niños. Piensa en ellos constantemente», dijo el presidente.

Según la Casa Blanca, ocho menores fueron ya repatriados con sus familias gracias a la «vía de comunicación» que Melania mantiene abierta con el Kremlin desde agosto.

Dos visiones enfrentadas sobre el final de la guerra

Pese al tono conciliador, el almuerzo de trabajo dejó patente la brecha estratégica entre Washington y Kiev . Trump insistió en su discurso de contención:

«Se ha derramado suficiente sangre. Las fronteras territoriales han quedado definidas por la guerra y la valentía. Deben detenerse donde están», escribió más tarde en su red social Truth Social .

Zelenski, en declaraciones posteriores, se mostró más pragmático, aunque mantuvo su advertencia:

«El presidente tiene razón, debemos detenernos donde estamos. Pero Putin no quiere la paz. Debemos forzarle».

El líder ucraniano confirmó que ambos abordaron « posiciones en el campo de batalla, capacidades de largo alcance y defensa aérea », así como las “perspectivas diplomáticas » para una eventual negociación en Budapest.